martes, 24 de noviembre de 2009

Reforma estatal, necesidad vital

No ser elegibles para organizar unos Panamericanos y al mismo tiempo decir que otros países espían porque nos tienen envidia por nuestro crecimiento económico, es la incongruencia de nuestra sociedad reflejada en el accionar de los gobernantes, que nosotros elegimos en nuestra democracia representativa.
La realidad, que no queremos asumir, es que somos un territorio geográfico donde no hay integración, con pésimos indicadores de calidad de vida. El Estado Peruano no funciona para brindar los servicios que sus ciudadanos requieren para el real desarrollo de sus capacidades en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Asumiendo que Fujimori hizo las reformas de primer orden (estabilización fiscal, macroeconómica) mediante la modernización de servicios para hacer caja como SUNAT o entes promotores y/o supervisores de las privatizaciones (COPRI, INDECOPI, OSI´S, etc.), era necesaria la reforma de segundo orden (los ministerios sectoriales) que no se hizo porque Fujimori se quedó atado de manos por la mafia que dejó crecer bajo sus narices.
El otro factor fue la crisis asiática del 98, que contrajo nuestra economía al máximo entrando en recesión, no habiendo recursos para la modernización y la cercanía de las elecciones del 2000 pospusieron este segundo paso que es vital para la reactivación del Estado Peruano.
Pasó Paniagua, Toledo quizo la modernización desde la descentralización, no le dejaron los chauvinismos e intereses de los que se sirven del Estado ineficiente y politizado. No tenía fuerza social para provocar ese cambio, su Partido era sólo un grupo de "hermanitos" sin lineamiento político - social. Por ello se dedicó a hacer lo que sabe: promover inversiones que hicieron que despegara el crecimiento económico en boga por estos años.
Alan entró con la experiencia anterior y un partido con fuerza nacional para promover la reforma estatal, no asume ese reto porque sólo quiere pasarla bien con crecimiento económico, nada de desarrollo a largo plazo, nada de poner las bases de un Estado moderno, sólido, con futuro. Nada de nada. Sólo seguir con inversiones en extracción de recursos primarios.
Alan no asume el rol de estadista, sólo es un administrador de lo que dejó el anterior, no asume riesgos, y como es bueno para endulzar a sus auditorios, los entretiene con anuncios de inversiones, de crecimiento, de porcentajes, sólo números que lo hacen sentirse satisfecho, en nuestro país.
Cuando su ego sale afuera, -muy pocas veces-, se topa con la realidad, somos un país atrasado que no merece organizar unos Panamericanos, porque no garantizamos la mínima seguridad, la asistencia de público ni la culminación a tiempo de las obras necesarias, porque no tenemos un Estado eficiente que pueda lograr ello. Por eso afuera nos ven como "desconfiables".
Al Perú sólo vienen a hacer rapiña de nuestros recursos, los grandes inversionistas no vienen a desarrollar técnicas ni centros de producción mundial, menos conocimiento, ellos se van a China, India, Singapur o a donde le ofrezcan garantías, seguridades, recursos humanos de alto nivel que se consigue con altos estándares de vida, que no hay en el Perú, por ahora.
La tarea civil es fomentar opinión crítica y personas con conciencia en el futuro del país, para elegir gobernantes que en verdad asuman la tarea de transformar nuestro Estado, para hacerlo el motor de desarrollo de nuestras gentes. Asumamos ese reto personal y grupal.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Desarrollo real de un país: desarrollo de la Ciencia y Tecnología

El desarrollo de un país se fomenta, se sostiene y perdura por la generación de tecnología y el desarrollo de ciencia en sus procesos productivos, sociales, ambientales, etc.
El Perú actualmente crece por inversión en infraestructura y extracción primaria (la mayor inversión es foránea), teniendo al gobernante de turno como el gran "vendedor de los recursos de todos los peruanos", quien ha instaurado la política pública de atraer inversiones a como dé lugar, por ello los fallos de negociación de estas asociaciones público-privadas y/o concesiones promovidas por PROINVERSIÓN (tecnocracia sin visión estratégica de país) se sienten ya en el puerto de Paita o en la carretera del norte peruano.
El gobierno personalista mediante sus secretarios asume que somos como China, donde la inversión extranjera directa (IED) al año es de 50 000 millones de dólares (aprox. al 2005), por ello el afán para que el Perú sea destino de inversiones foráneas en todos los sectores posibles de nuestra economía.
La realidad que no somos China, allá hay una estructura estatal (partido político) que supervigila todas las actividades de los inversionistas foráneos y permite inversiones donde no afecten la capacidad estratégica como país dentro de un mundo globalizado. En el Perú el control es formal pero no real, donde no hay reclamo, el que no es ético hace lo que le permite las circunstancias y el escenario.
Por ello, es sumamente peligrosa esta política pública sin supervisión ni planificación real.
El crecimiento de una zona se hace con inversión, inversión responsable con todo su entorno, para ello está el Estado para regular toda expectativa negativa y seguir al siguiente estadío: el desarrollo.
Lo otro y lo que inició hoy es la planificación como país, si no asumimos una política pública de impulso a nuestra ciencia y tecnología, no podemos sostener desarrollo, sólo serán crecimientos cíclicos de nuestra economía (como sucedió en diferentes épocas de nuestra historia, como el guano por ejemplo).
El fomento a la C&T se asume con políticas públicas claras y adecuadas a nuestra realidad como país, no podemos ser productores de ciencia básica como EE.UU. o Alemania, pero podemos desarrollar ciencia como Corea, Taiwán o Singapur para producir ciencia aplicada o tecnología para dar valor agregado real a nuestros productos y hacerlos competitivos en la aldea global. En resumen no tenemos infraestructura científica para producir Premios Nobel.
Por ello atraer inversiones y tecnologías "llave en mano", nos sepultan más a ser un país que empeña su futuro a los grandes poderes del conocimiento, que actualmente se decantan a las corporaciones transnacionales con capacidades para crear nuevo conocimiento.
Este llamado se dá desde la situación real que se aprecia en las operaciones productivas de empresas, quienes utilizan tecnología importada, y ni siquiera transfieren tecnología a los operadores locales, por ello estos contratos "llave en mano" deben ser modificados en pro del futuro desarrollo sostenible; y se contrasta dramáticamente en los afanes de investigación en algunas pocas universidades, donde las pruebas paara sustentar algo se deben hacer en laboratorios extranjeros. El estudio de la ciudad sagrada de Caral es una muestra de ello.
Y sólo es para sustentar, no hablamos de crear algo. Por ello el impulso de C&T debe ser asumido con prioridad por el Estado, este Gobierno sólo administra lo que se hizo, realiza mantenimiento de carreteras, remodelación de ministerios, prosecución de obras licitadas anteriormente, es decir sólo actúa por robotismo, a pesar de los inmensos recursos que tenemos por el coyuntural crecimiento económico.
La cuestión no es que sólo el Estado invierta recursos, sino que invierta bien (ejemplo: el cánon minero a las universidades es imperativo hacerlo eficaz) y que mediante políticas públicas adecuadas, sea el sector privado que invierta más en C&T, como sucede en los países desarrollados donde los privados son los que producen mayor conocimiento.
Es nuestro deber potenciar e impulsar nuevos líderes con visión asentados en la identidad milenaria de nuestra cultura, para que embarquen a nuestro querido país en la dirección del DESARROLLO INTEGRADO, NO IGUALITARIO, sino con oportunidades para ser competitivos todos.
Mientras, elijamos críticamente en todo sentido, personal y grupal. Es difícil más se puede.